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- con un trapo de toalla rectangular, secar con fuerza y entusiasmo la superficie de la cocina conocida como plancha, esa que está entre la estufa y el fregadero.
- tomar el trapo por lo ancho con los dedos en pinza y sacudirlo ligeramente mientras se baila/camina un poco por la cocina a la vez que se platica con los que están alrededor.
- doblar, por lo ancho, el trapo en dos. luego en cuatro. estirar la tira de tela resultante varias veces con las manos.
- acercarse al perchero colocado debajo de la repisa de las especias y colocar el trapo en el último gancho del lado izquierdo.
- una vez puesto, repasar los dobleces con las manos.
- repetir a cada oportunidad posible.
....y así lo adoro.
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2 comentarios:
Para eso me casé, para no andar haciendo esas cosas tan mujeriles, como dice escamilla.
hay cosas tan simples y tan reconfortantes ^^saludo
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